Tema 1.2.5




El valor absoluto e incondicional del deber moral

El obrar moral parece caracterizarse desde un punto de vista fenomenológico e intuitivo más por estar regulado por un deber o una norma de valor absoluto e incondicionado que por hacer referencia a un bien supremo o fin último. Esta última referencia puede interpretarse como subordinación de la obligación moral a una condición subjetiva: si quieres alcanzar la felicidad, compórtate moralmente.
Existe un tipo o género de vida que es debido o moralmente obligatorio para el hombre, mientras que la mayoría de las éticas «de la tercera persona» sostienen que sólo algunas acciones pueden ser objeto de un mandato o prohibición moral. La ética «de la primera persona» tiene un sentido más hondo y menos minimalista del deber moral, aunque procura que la insistencia sobre ese punto no desdibuje la primacía de la atracción de lo bueno sobre la constricción del deber.
 


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